Las pequeñas cosas cuentan

Cuando hablamos de incentivos la mayoría de personas piensa en acciones que involucran costos, no obstante cuando los presupuestos son reducidos hay dos alternativas, quedarse de brazos cruzados o comenzar a prestar atención a incentivos psicológicos, aquellas pequeñas acciones constantes de costo cero pero de gran impacto.

Las gotas de lluvia hacen un agujero en la piedra, no por violencia, sino por caer tantas veces (Lutecius)

Usted solo necesita invertir un poco de su tiempo en escuchar y observar.

Cierre su computador, vaya al campo de acción donde está trabajando el personal y simplemente observe, camine entre ellos y verá aquellos gestos que dicen más que mil palabras y revelan el real estado de ánimo de la gente.

Con el tiempo será capaz de escuchar incluso el murmullo detrás de bastidores que jamás llegará a sus oídos estando sentado en su escritorio. Las barreras imaginarias de la desconfianza se irán desvaneciendo y la gente comenzará a compartir aspectos de su mundo personal, que le ayudarán a darse cuenta que los

colaboradores no son robots, sino seres humanos,

que sienten y tienen un universo paralelo llamado hogar, que no se conecta a través de un agujero negro que se abre exclusivamente a partir de las cinco de la tarde hasta las 8 de la mañana al estilo del astrofísico británico Stephen Hawking. Al contrario es un universo paralelo latente (familia, pareja, hijos, deudas, problemas, sueños, estudios, etc), que termina impactando el plano laboral.

Y como no son robots tienen otras facultades: observan, juzgan y forman sus propias opiniones. No importa si estas opiniones son correctas o no, el ser humano común no elabora CONCLUSIONES CIENTÍFICAS que se basan en la comprobación y experimentación, solo elabora OPINIONES en base a sus percepciones y eso es lo que se quedará en su mente.

“Tus actos siempre hablan más alto y más claro que tus palabras” (Stephen Covey)

El efecto del mejor discurso anual dado por la alta dirección en el aniversario de la empresa o en la Navidad, se pierde cuando las acciones del día a día destrozan las palabras.

Como decía Frida kahlo refiriéndose al gran amor de su vida el pintor Diego Rivera. "Me enamoró con cada palabra... Me destrozó con cada acción".

Si las acciones son tan poderosas, entonces debemos aprender a sacarlas provecho.

Les invitamos a que vean el video "Las pequeñas cosas cuentan", que trata de ilustrar acciones que consciente o inconscientemente algún momento hicimos o nos hicieron, pero que siempre quedarán grabados en nuestros corazones, como una herida abierta que si no es tratada a tiempo puede hacerse más grande de lo que debería ser.

A la hora de incentivar al personal piense en GLOBAL-TRUE-ADVISORS

Mariela Paredes Dra. Psicología Industria, Master en Administración de empresas, Especialista en Human Factors y Manejo de Crisis. 25 años de experiencia en el campo de los Recursos Humanos. Sobre las 10.000 horas de capacitación en las cuales ha formado a más de 20.000 personas.